martes, 19 de diciembre de 2017

El buen augurio del frío invernal

Otra mañana, el frío invernal te envuelve en un dulce abrazo, pese a que no quieres salir del calor de la cama. Es este frío el que me recuerda aquellos tiempos en que contaba los días para Navidad y para abrir los regalos que "los Reyes Magos" dejarían junto al árbol. El frío de vacaciones, el frío de las fiestas, el frío de la emoción de la espera para la gran reunión familiar.

Aquí el frío es más intenso, al inicio confieso que lo detesté un poco, pero ahora comienzo a disfrutar el aire helado contra mi cara mientras voy envuelta como un oso en mi abrigo, en mi bicicleta, hacia la escuela. Me pierdo entre los demás estudiantes, mayormente chinos, y me siento en un sueño. No importa que tan cansada me sienta en la mañana, siempre que subo a mi bici y siento el viento en el rostro junto con ese sol brillante que te hace entrecerrar los ojos, sonrío.

Claro, también hay días en los que la lluvia no tiene piedad, en esos uno no está tan sonriente, pero aún así son peculiares. Tienen su esencia y su belleza.

Hay algo en China que poco a poco se mete entre las entrañas, poco a poco te vas sintiendo más pequeño y al mismo tiempo más grande, grande por poder ser parte de este lugar aunque sea temporalmente, por tener el privilegio de estar aquí y vivir la historia de un país que está en plena evolución. Un país tan grande como Europa. Una cultura que conforme se va desenvolviendo te cautiva, te saca esa sonrisa en las mañanas y también un par de lágrimas nostálgicas.

Hace diez años jamás hubiera imaginado que vendría a estudiar a una de las universidades más prestigiosas de China y de paso tendría la oportunidad de perderme en mí misma para escucharme por primera vez. Espero que cuando esta aventura termine, finalmente haya entendido el porqué vine a este mundo y cómo podré contribuir a hacer de este planeta un lugar mejor. Quizás es eso, el vivir cada día como una oportunidad para ser quien realmente esperas ser. Y cada brisa matutina, cada sonrisa, cada tarea, cada reto nos va a acercando más a lo que soñamos ser cuando éramos niños.

No voy a decir que me fue fácil llegar aquí. Muchas veces estuve a punto de perder la esperanza, de "tirar la toalla". Pero aquí estoy y éste ha sido un año de gran crecimiento en mi vida. Cada decisión que tomé me trajo hasta aquí, cada pequeño detalle me ayudó a finalmente reencontrar mi camino, después de literalmente perderme por el mundo durante años. Quedan pocos días para que este 2017 acabe y sólo quiero decir: Gracias.

Esta aventura apenas va comenzando.

Espero que tú, estimado lector, tengas un increíble cierre de año y que sigamos conversando en este pequeño espacio virtual que nos conecta mágicamente sin importar dónde estemos o qué hora sea. Vivimos un momento histórico increíble, lo que era ciencia ficción cuando era una niña, lo que veíamos en las películas, ahora es una realidad. Deja que el futuro que viene te envuelva y cuando sientas el frío invernal de nuevo, o el calor invernal si es que vives en el otro lado del Ecuador, recuerda que es una invitación a salir de la cama, salir y sentir el mundo, salir y sonreír.

Porque todos cambiamos el mundo, desde nuestra realidad, desde nuestra condición.

Felices Fiestas,
Laura

P.D. Éste ha sido el año en el que he publicado más entradas en Letras Chilangas y eso también merece un ¡salud! ¡Vamos por más!